lunes, 22 de septiembre de 2014

Pintura con sentimiento: Barco de esclavos en la tempestad

Mi opinión es que una obra de arte debe provocar un sentimiento en la persona que la mira. Pueden ser sentimientos agradables, impactantes, sorprendentes, imaginativos, que nos recuerden una historia... También pueden ser sentimientos de angustia, miedo, repulsa, asco... Si ves un cuadro y te quedas igual, para mi modo de entender no es artístico.

En 1783 un barco de esclavos tiró por la borda al mar a personas enfermas. Supongo que no sería un caso aislado, sino una práctica usual, pero este caso se hizo público. En 1840 Turner presentó una pintura que trataba este hecho. Me impactó mucho y decidí pintarla.

Este es el resultado. Lo terminé en 2011:


El mar se come al barco. Fieras marinas, olas, nubes, el mar que parece que arde, luz y oscuridad. Hay que fijarse bien para ver las cadenas, la sangre en el agua, los cadáveres.

No intenté hacer una copia del original. No sé si lo hubiera conseguido. Lo que me propuse en pintar la misma escena de mi manera. Me gusta utilizar todos los colores en una misma obra, con soltura, un poco a lo loco. La forma pierde importancia en relación al impacto de los colores.

Me gustó pintarlo y me gusta cuando la veo.


domingo, 7 de septiembre de 2014

Paisaje con camino, mujer y montañas

Exposición de obras de Turner en el Museo del Prado en Madrid, junio de 2010. Turner es uno de mis pintores favoritos, así que me las arreglé para organizar un viaje y allí estaba yo, más feliz que un niño con zapatos nuevos.

Muy buena exposición. Me llamó mucho la atención esta obra que decidí pintar. Se titula Chateau de St. Michael Bonneville, Savoy. En parte me decidí por éste porque otros que me gustaron mucho excedían de mis capacidades y no está uno para pasarlo mal pintando. Es un paisaje que pintó Turner cuando cruzaba Suiza de camino a Italia.

Así es como quedó:




Lo terminé en junio de 2011. Un año después de la exposición. No es que sea precisamente un pintor prolijo.

Me costó trabajo conseguir la muestra. Sólo tenía una foto muy chica del catálogo de la exposición. Busqué por internet, pero es una obra de las menos famosas y no conseguí una foto con la calidad suficiente. Llegué a localizar el museo en el que se expone de forma permanente, que resultó ser uno de Nueva York. Les mandé un e-mail en mi "perfecto" inglés pidiendo una foto. Mi esperanza era que amablemente hicieran una foto y me la enviaran por e-mail. Me contestaron que me vendían el poster. Al principio les dije que OK, pero después resultó había que añadir los costes de embalaje, envío y aduana, con lo que se duplicaba el precio. Reflexionando sobre este tema decidí que mi imaginación y dotes artísticas compensaran la baja calidad de las fotos que tenía, así que amablemente rechacé el intercambio comercial. Fue una experiencia interesante intercambiar mensajes con varias personas del museo.

Volviendo a la pintura, lo que me atrajo fue la variedad de colores (verdes, ocres, azules), la profundidad, la perspectiva con el camino intencionadamente desplazada del centro, la oscuridad del edificio de la derecha que hace que resalte la claridad a la izquierda. Cómo las sombras y la luz varía el color de las cosas. Y la mujer andando sola, que da vida a la composición. 

Cuando pinto, me imagino cómo la persona que vea la pintura por primera vez recorrerá su vista por el cuadro. Pienso que ésto es importante porque el efecto o sensación que perciba será mejor si en este recorrido va descubriendo cosas que le gusten. 

Creo que en esta pintura, lo primero es seguir con la vista el camino hasta el final. Después la vista se eleva hasta la montaña del fondo, pasando por los bosques de variados tonos verdes. El cielo, las nubes, la montaña de la derecha, inmensa, imponente, la vista cae al valle, al pueblo. Ahora uno se empieza a fijar en los detalles, el campanario de la Iglesia, el río, los campos de cultivo, el edificio algo misterioso de la derecha. Por el título sé que es un molino, pero podría ser un castillo. Y la mujer ¿a dónde irá?



viernes, 5 de septiembre de 2014

Pintura de ramo de flores

Cuando me planteo qué pintar suelo llevarme por un impulso y pinto lo que me apetece. Muchas veces para probar algo nuevo, otras porque he visto una pintura que me gusta y me apetece copiarla, ahora en formato pequeño, después en formato grande ... En la variedad está el gusto. 

Nunca había pintado por encargo o porque alguien me sugeriera algún tema. Pero se acercaba el cumpleaños de mi madre, gran admiradora de mis pinturas y me pareció buena idea regalarle una hecha exprofeso.

Allí estaba yo, en la floristería seleccionando flores chulas. En mi casa les hice varias fotos, ya que con lo que tardo en pintar seguro que sus colores y sus formas iban a ir variando antes de la terminación de la obra.

Lo terminé en octubre de 2010, a tiempo para el cumpleaños.


Como regalo no está mal, no? Es uno de los pocos que tiene mi firma y no está en mi casa. Como ya expliqué antes, no me gusta firmar las obras.

Lo más complicado que recuerdo es hacer ver los pétalos individualmente ya que como tienen el mismo color se mezclaban con el pétalo de al lado y todo quedaba como una misma masa. También tiene su complejidad dar el volumen para que se entienda cada flor en tres dimensiones y la posición relativa de una respecto la otra. La personalidad de la obra está marcado por las luces, las sombras y la variedad de colores que esto produce.

Es bonito y se puede estar un rato viéndolo porque tiene muchos detalles. 

Por cierto, no fue un regalo barato, que el marco y los materiales cuestan lo suyo.

domingo, 17 de agosto de 2014

Continuación del estudio de la anatomía humana: La Prima

Picasso pintó varias versiones de un mismo tema. Otros pintores famosos también hicieron lo mismo, así que ¿por qué no hacerlo yo también? Cuando ellos que saben tanto de pintura lo han hecho por algo será.

Así que me dispuse a hacer una versión de mi anterior pintura. ¿Por qué de ésta y no de otra? Pues porque disfruté mientras la hacía, de lo que deduje que también disfrutaría haciendo una versión. Además quería probar cambios en el color y esperaba que con la práctica que ya tenía, pudiera obtener mejores resultados, sobre todo en el cuerpo de la mujer y en el velo.

Aquí está el resultado. Lo terminé en abril de 2010.


Pintura de desnudo de mujer sobre el mar con velo




Lo conocemos como “La Prima” porque, aunque quería que fuera la hermana gemela de la pintura anterior, no llegó a tener un parecido ni de hermana. Cambié el color del velo, ya que en el original había mucho verde. Lo cambié a tonos azules-lilas-morados, así como el cielo. Creo que el velo ganó en vaporosidad.

También quise probar cómo quedaría un punto luminoso detrás de la mujer, que capta la atención y desvía la vista hacia el horizonte-mar-cielo.

El mar lo dejé igual, verde. Creo que queda un poco raro el conjunto, ya que el color del mar es en gran parte el reflejo del cielo, y aquí pues no, es otra cosa (lección aprendida para el futuro).

Cuando uno tiene hijos, se debe evitar compararlos. No está bien decir, por ejemplo, mi hijo mayor es más listo, pero el menor más guapo. Y mucho menos decir: prefiero a mi hijo mayor. No, nunca se debe hacer esto. Pero como las pinturas no tienen sentimientos diré que prefiero la pintura primera, la verde. La segunda tiene algunas cosas mejores, pero en su conjunto creo mejor la primera.

Si alguien que lea esto tiene su propia opinión, me gustaría mucho que la pusieran en los comentarios. Tengo mucha curiosidad.


Por cierto, fue una experiencia muy buena el hacer una versión de una pintura anterior. Se aprende mucho y es muy divertido. Os lo recomiendo.  

sábado, 19 de julio de 2014

Practicando la anatomía humana: Mujer sobre mar verde

Estaba comenzando el verano de 2009. Normalmente en verano dispongo de más tiempo libre para pintar, así que me planteé un nuevo reto: una pintura de anatomía humana, pero esta vez de frente y cuerpo completo.

Previamente me había comprado un libro para tener los conceptos básicos: las proporciones, los músculos que forman el cuerpo y que hay que modelar en la pintura, los diferentes colores de la piel y cómo conseguirlos. Todo esto es un mundo.

Busqué por internet un poster de una pintura famosa que me gustara, la compré y a pintar a escala 1:1. El original fue pintado por William Bouguereau en 1882 y se titula Evening Mood.

Aquí está el resultado, terminado en septiembre de 2009:


Pintura de desnudo de mujer sobre el mar verde


Mide 90x46 cms y está pintado al óleo. He de reconocer que me costó mucho trabajo obtener el volumen del cuerpo hasta que el resultado llegó a ser el que yo quería (más o menos). Lo que me costó más trabajo, que tuve que rehacer varias veces, incluso a veces empezando desde el principio (borrándolo todo) fue la cara. Que todo estuviera en su sitio con las proporciones y expresión adecuadas resultó ser muy complicado.

De lo que estoy más satisfecho es de la volatilidad y diferentes grados de transparencia de la tela y volumen y proporciones del cuerpo.

Una obra muy bonita, o al menos esta es mi opinión. 

domingo, 6 de julio de 2014

Paleta de colores en bosque

A estas alturas de mi carrera artística (o algo parecido) ya había pintado un poco de todo: copias de obras de pintores famosos, pintar una foto, pintar del natural, pintar con óleo y acrílico, paisajes, marinas, personas ...

Como para aprender y para pasármelo mejor me gusta hacer cosas diferentes, en esta ocasión decidí pintar algo que estuviera en mi cabeza, de inspiración.

Me gustan los colores, así que tenía que ser algo con muchos colores, todos los colores, que además me sirviera de muestra para futuras pinturas. También quería que tuviera forma, que fuera algo, o sea, no un cuadro abstracto. Solución: bosque visto desde lejos. 


Paleta de bosque de colores

Lo terminé en mayo de 2009.

Creo que están todos los colores. Normalmente los árboles son verdes, pero también toman un color ocre en otoño, algunos toman color rojizo en varios tonos. El azul tenía que estar, así que algunos árboles son azules, aun la verdad es que no sé de que especie serán.  Hay flores azules, ¿pero árboles? Esta circunstancia no debe poner limitaciones en la libre expresividad del pintor. 

Variedad de colores y variedad de escenarios; bosque frondoso, espeso, tupido y de árboles más dispersos que se identifican individualmente. Luminosidad central en zona abierta, tal vez sea el huerto de la familia que vive en la casa.

Me lo pasé bien pintándolo y me gusta cada vez que lo miro.

miércoles, 25 de junio de 2014

Pintura mitologica de mujer que despide a su amado ahogado en el mar

Ahora le toca el turno a esta pintura que terminé en diciembre de 2008. Me apetecía pintar algo mitológico, que era un tipo nuevo para mí. Tomé para mi inspiración una obra de Turner titulada "The Parting of Hero and Leander". 

Pintura Hero y Leandro Turner

Este es uno de mis cuadros favoritos. Es complejo, con varias escenas, variedad de colores, movimiento, expresivo, metafórico. La espuma de las olas de la derecha tienen forma de fantasmas. La mujer está desconsolada porque su amado se ha ahogado y se lamenta antes de lanzarse al mar. 

¿Qué aprendí esta vez? La importancia de elegir bien el tamaño del lienzo. El original tiene unas medidas de 146 x 236 cms. Yo elegí un lienzo de 39 x 48 cms. 

Vale que pinté una parte del original, excluyendo unas edificaciones que estaban a la izquierda. Aún así, el lienzo era demasiado pequeño. No caben tantas cosas. Tuve que utilizar pinceles finos que rápidamente se quedaban sin pintura, siendo los trazos obligatoriamente cortos. Un pequeño error de un milímetro se nota mucho. 

Si el lienzo es grande es más fácil pintar y el resultado más impactante. Pero es más caro y hay que tener una buena pared libre para después exhibir la obra.

Es un tema que merece la pena pensarlo bien antes de ponerse manos a la obra. 

miércoles, 11 de junio de 2014

Bodegón con botella de vino, copa, pimiento, fruta y tela

En esta ocasión, aprovechando que era verano y que tenía más tiempo para pintar, decidí pintar algo del natural, sin fotos ni copiando de cuadros famosos. Pensé pintar a una persona, algo de anatomía humana, pero ante la falta de voluntarios y voluntarias, no tuve otro remedio que pintar naturaleza muerta o bodegón. 

Así que dispuse una serie de objetos que encontré por mi casa, me monté una composición y aquí está el resultado:

Bodegon con botella de vino, copa, pimiento, fruta y tela

Lo finalicé en agosto de 2008.

Tenía ganas de pintar algo de cristal, con sus transparencias y brillos, así que elegí una botella de color verde y una copa transparente. Me gustan los colores, pues a poner manzanas rojas y amarillas y un pimiento. Las peras es que son muy bonitas; si te fijas bien tienen gran variedad de tonos de verdes y ocres. Además, según les da la luz, estos colores cambian.

La tela blanca no lo es tanto. Toma el color de lo objetos que tiene encima, tiene sombras que le son ajenas y sombras propias en las arrugas. Disfruté mucho pintando la tela, al ver cómo iba tomando volumen y textura.

Los peores momentos los pasé pintando la botella por la enorme dificultad que encontré para que fuera simétrica (sin conseguirlo del todo). También me resultó complicado hacer que las cosas se vean sobre la tela y no levitando en el espacio.

Por cierto, al final tuve que hacer una foto y pintar desde la foto porque de un día a otro las arrugas se movían y las frutas se me estaban pudriendo. Qué complicado es todo.

domingo, 1 de junio de 2014

Continuar aprendiendo de los Grandes Maestros: Pintura de la nieve con pájaro

Esta pintura la terminé en octubre de 2007. Ya llevaba 5 años en esto de la pintura, o mejor dicho, desde que se me dio por pintar mi primer cuadro de óleo. Pensé pintar algo nuevo para mí, que fuera de estilo diferente a mis pinturas anteriores, como por ejemplo, un paisaje de nieve. Tomé como modelo uno pintado por Monet. Aquí está el resultado:


Paisaje de nieve con pajaro

Aunque a mí me gustan más las pinturas con mucha variedad de colores, reconozco que las pinturas monocromáticas tienen su encanto. En ésta en concreto, con poca variedad de azules, blancos y grises se llena el lienzo de cosas muy variadas (nubes, suelo, árboles, edificio), y se da perspectiva y volumen. 

La nieve, que por naturaleza es blanca, en la pintura tiene variedad de colores porque depende de los colores de las cosas que le rodean y de la cantidad de luz que le llega. Esto ocurre con todos los objetos, es decir, aunque pintara una mesa de madera, su color puede variar según los objetos que le rodean, de los reflejos y de la luz que le dé. En un material reflectante como es la nieve, este efecto está acentuado.

El detalle de la urraca azul es muy simpático. Es interesante su situación un poco a la izquierda del punto del horizonte, que es a donde se nos va la vista cuando observamos la obra guiados por la dirección de la valla, los árboles y la casa.

Es divertido e instructivo hacer pruebas con la pintura y fijarse cómo los grandes artistas, como en este caso Monet, han traducido al lienzo lo que vemos.

viernes, 23 de mayo de 2014

Pintura de paisaje con río y bosque

La obra que aquí presento ahora es un paisaje real al que hice una foto. Tenía interés en practicar algo nuevo para mí, como era el pintar agua en el que se reflejara algo, o sea, que no fuera como el mar.

La terminé en enero de 2007.


Pintura al oleo de paisaje con rio y bosque

Esta pintura me costó mucho trabajo. Recuerdo que es una de las obras que me costó más trabajo, ya que no me convencía el resultado y cambiaba cosas y hacía pruebas y nada, para nada.

El profesor de pintura, que para eso es profesor porque sabe mucho, me dijo que oscureciera el fondo del río en la zona de las sombras. Esto hizo que el resto del río luciera brillantemente y que la composición ganara en variedad cromática. Ahora sí que dice algo.

Me gustan los colores, así que a pintar flores de colores encima del verde. Con alegría y a disfrutar.

En la parte derecha quise pintar una roca con una forma singular que está en el jardín de mi casa. No hubo manera. Después de muchos intentos y correcciones, la roca fue borrada. No acababa de encajar. No, para nada.

Esto es una cosa buena que tiene la pintura, que te da libertad para poner y quitar, cambiar las formas y los colores, hacer lo que quieras. Lo importante es que cuando lo tengas terminado pienses "qué bien me ha quedado y qué bien me lo he pasado pintándolo"

viernes, 9 de mayo de 2014

Pintura en acrílico de paisaje con árbol de la sierra de Huelva

Siguiendo con el orden cronológico de mis pinturas, ahora me toca presentar esta:

Pintura acrilico arbol de la sierra de Huelva

La terminé en marzo de 2006.

Una de las fotos que tomé paseando por el campo me pareció interesante para interpretarla en el lienzo. Digo interpretarla porque cambié los colores y las formas.

Tenemos tres planos: el de frente, el del medio y el fondo (además del cielo que preferí ponerlo de un solo color liso para no recargar más la composición).

En el primer plano hay rocas, tierras, rojas, azules, moradas... Un poco de reflejo del sol en la hierba lo une con el segundo plano, exageradamente amarillo en algunos puntos.

El fondo se cae el lado. Esto le da movimiento. Lúgubre fondo del bosque con misterios escondidos. Más rojos, ocres, árbol con forma de mujer. Me gustan las pinturas con variedad cromática.

En el centro un poco desplazado, el protagonista, el árbol seco que destaca por su posición y por ser el único que no tiene hojas. Son encinas, o sea, de hojas perennes. En la realidad sí tenía hojas. Al pintarlo, primero pinté el tronco y las ramas principales. Al ver el resultado me gustó y pensé que pintar las hojas no lo iba a mejorar y es posible que lo empeorase, así que lo dejé como está. Le da dramatismo.

Es curioso como el proceso de elaboración de la pintura te va llevando por unos caminos que desconoces al empezar y cómo la inspiración, la intuición y diferentes sensaciones te van guiando.

sábado, 26 de abril de 2014

Mi octava pintura: Acantilado

Continuando con mi aprendizaje, en esta ocasión me decidí a pintar una obra de Monet. Está pintada con acrílico. Era una de las primeras veces que utilizaba este material. Se consiguen unos colores muy vivos y es más limpio y fácil de manejar que el óleo. A mí me gusta más el óleo por la forma que se mezclan los colores y por la textura del material que se aplica mejor. Pero es bueno conocer las diferentes formas de pintar para usar el que más se adapta al estilo de cada uno o al motivo en concreto que se está pintando. 

Éste es el resultado:

Pintura acrílico acantilado y playa

La terminé en diciembre de 2005

De esta obra me resulta interesante la variedad de colores en la pared del acantilado; hay amarillos, verdes, azules, rojos, morados..... Interesante la manera de tratar los volúmenes y perspectiva para que se entienda bien la forma del acantilado.

Las sombras con azules también son curiosas. Yo las hubiera pintado grises o tierra oscuro, pero Monet va y las pone azules, como el cielo y el mar.

La parte de arriba del acantilado ocre-rojizo contrasta con el cielo.

Esta es una de esas pinturas con las que uno disfruta pintando.


viernes, 18 de abril de 2014

Tejados de pueblo o como aprender practicando

Un día el profesor dijo que practicásemos pintando de una foto (el profesor de las clases-taller que asistía como ya comenté en otro artículo). Yo elegí una foto tomada en un pueblo de la sierra de Huelva.

Pintura al oleo de tejados de pueblo.


Pintar desde una foto es diferente que pintar tomando como modelo una obra de un pintor famoso. En este último caso ya están resueltos muchos temas. Si se parte de una foto, la interpretación de cómo traducirlo a pintura la tiene que hacer uno mismo, a no ser que el estilo sea realista.

Arriba está el resultado. La terminé en junio de 2005. Un compañero de la clase me preguntó si el árbol era un laurel. No sé porqué tendría que ser un laurel si es claramente un naranjo, ¿no?

Ciertamente no es uno de mis trabajos del que estoy más orgulloso, por decirlo fino. Pero para aprender y practicar está muy bien.

Descubrí varias cosas. A la hora de elegir un motivo es mejor que tenga gran variedad de colores. Tantas tejas en el primer plano no dicen gran cosa, teniendo además un color tierra nada atractivo. Para practicar la mezcla de colores me vino bien; ahora le pongo un poco de amarillo a ver qué pasa, ahora un poco de laca carmín, ahora azul. La verdad es que es divertido hacer pruebas. 

El campo del fondo tan verde tampoco aporta gran cosa. Tal vez lo más interesante es cómo dar volumen a las montañas y hacer ver qué zonas tienen árboles y cuales sólo hierba.

Bueno, tal vez lo importante no sea a dónde se llega sino a andar el camino y lo que se aprende mientras tanto.

jueves, 17 de abril de 2014

Mujeres paseando por la playa

Continuando en mi proceso de aprendizaje y disfrute de la pintura, en esta ocasión me apetecía pintar algo que tuviera mar. Éste es un motivo que me resulta interesante ya que hay una gran variedad de colores por la espuma y los reflejos del cielo y la tierra en el agua, a la vez que hay que captar el movimiento del agua.

Compré una lámina de una obra de Sorolla, pintor que me gusta mucho por la forma tratar la luz y los colores y "manos a la obra". Aquí está el resultado:


Sorolla. Pintura al oleo de mujeres paseando por la playa


Lo terminé en marzo de 2005.

Me resultó interesante y curioso la cantidad de colores que tienen los vestidos blancos de las mujeres. Tienen sombras y además reflejan los colores de lo que le rodea. También me gusta la forma que se refleja el movimiento de las mujeres andando en contra del viento, con los tejidos ondeándose, y el movimiento de las olas.

Hay algo de esta obra que nunca he entendido y es que las olas parecen que están perpendiculares a la orilla. Lo normal es que sean paralelas a la orilla porque es allí a donde van. Me quedo mirando y me pregunto dónde está la orilla. ¿Es posible que hubiera tanto viento que las olas estén un poco giradas? No lo sé, yo lo pinté de la forma más parecida al original que pude.

jueves, 10 de abril de 2014

Desnudo de mujer sentada de espaldas

Ohhh. Me acabo de dar cuenta de que esta obra la terminé en junio de 2004 y que por lo tanto es anterior a la que publiqué en mi último artículo. Es decir, ésta sería mi cuarta obra y la anterior que decía que era la cuarta, en realidad es la quinta. Aunque podría modificar los artículos, prefiero dejarlo tal como está. Para la posteridad.

En mi largo, tortuoso y placentero camino de aprendiz de pintor, de vez en cuando compraba o me regalaban libros sobre pintura. En uno de ellos dedicado a Renoir vi uno que me gustó para intentarlo yo. Era relativamente fácil porque no aparecen caras ni nada especialmente complicado. Me apetecía pintar algo de anatomía humana (mejor dicho, femenina) que fuera decente y se pudiera poner en mi casa.


Pintura Desnudo de mujer sentada de espaldas. Versión de obra de Renoir

Sin llegar a la complejidad de un cuerpo completo, en una simple espalda hay gran cantidad de cosas que hay que fijarse para pintarla: sus curvas, sus volúmenes, sombras, brillos, colores... Y además, está la perspectiva; que lo que está delante parezca que lo está y lo que está detrás, pues también. Que el brazo encaje con el hombro y que no parezca que está descoyuntado. Que los dos brazos se vean iguales de longitud, para lo cual se tiene que pintar uno algo más corto que el otro. Parecía simple, pero resultó ser muy complicado.

Como de lo que se trata es de aprender y pasarlo bien, pues a probar y probar que hay tiempo. Si quisiera vivir de la pintura, o tendría que vender cada una muy cara o pasaría mucha hambre.
De la composición me gusta el contraste del verde de la habitación, curiosamente tanto paredes como suelo, con el tono anaranjado de la piel y el rojo del sofá. La tela blanca delimita ambos espacios a la vez que los compagina de la forma maestra (el maestro es Renoir, que se lo inventó). 

La perspectiva en ese espacio tan pequeño también se consigue pintando en detalle el sofá que está en primer plano y con poco detalle los sofás y muebles del fondo. Si te fijas, se ven dos paredes de la habitación lo cual da más profundidad y mayor variedad en los tonos de verde.


martes, 1 de abril de 2014

Cuarta obra: Paisaje de campo de trigo

Esta pintura la terminé en diciembre de 2004. Había pasado un año y medio desde la terminación de mi anterior obra. No es que hubiera abandonado la pintura, todo lo contrario. Lo que ocurre es que desde que comencé a asistir a clases, como ya os conté en un artículo anterior, practiqué mucho el dibujo y la acuarela como ejercicios, sin que tenga algo digno de mostrar.



Es una copia de una obra de Monet. Está pintado con acrílico, que era un material nuevo para mí y que comencé a utilizar en las clases.

Elegí este motivo porque me gustan los colores vistos por los pintores impresionistas. Al copiar una obra de otro se aprecian mejor los detalles, los colores, la forma del trazo, el estilo empleado y así se aprende mucho.

Recuerdo que el profesor me dijo que si el árbol era un eucalipto, las hojas debían caer hacia abajo y son rojas. Yo estaba un poco escéptico, pero es verdad. El ojo del buen pintor aprecia cosas que a la mayoría de las personas se les escapa.


Lo que más me gusta de esta obra es la ola en el trigo producida por el viento y el contraste de la zona central, que parte el cuadro por la mitad. También la perspectiva aérea que da profundidad al paisaje.

sábado, 29 de marzo de 2014

Mejor me replanteo mi estrategia respecto la pintura. La importancia de la formación para aprender a pintar.

A estas alturas, junio de 2003, ya había pasado 1 año desde la primera vez que cogí un pincel para pintar al óleo. Ya había terminado 3 pinturas. Había aprendido mucho por mi cuenta a base de aplicar la metodología empírica: hago un experimento y otro y otro hasta que obtenía lo que quería (o bien sin quererlo obtenía algo que me gustaba)

Me dí cuenta que necesitaba conocimientos técnicos. Compré libros del tipo cómo pintar al óleo, ejemplos paso a paso etc. En aquellos momentos no había tanta información en internet como hay ahora. También observé obras directamente en museos y exposiciones para intentar adivinar cómo hacer las cosas.

Llegó un momento, cuando terminé mi tercera pintura, que me dí cuenta que todo eso no era suficiente. Me gustaba mucho pintar y quería seguir y profundizar, pero para ello necesitaba ir a clases, que un profesor me dijera cómo manejar los pinceles, cómo hacer las mezclas de colores, cómo aplicarlas, cómo interpretar la realidad que se ve para ponerla en el lienzo etc.

Así que en septiembre de 2003 me apunté a un taller de pinturas. Empezamos por lo básico, por dibujo con carboncillo. No sabía que los pintores utilizan un trozo de carbón para hacer el dibujo en el lienzo antes de pintar con el óleo. Pues sí, así empiezan algunos. El dibujo, ya sea con carbón, lápiz o sanguina, hace que te fijes en los detalles de las formas y se adquiere una habilidad con las manos que es útil para otras técnicas.

Es muy importante no sólo que te cuenten la teoría o cómo se hacen las cosas, sino que alguien experto que diga qué haces mal y cómo corregirlo. También es muy fructífero el contacto con otras personas que tienen tus mismos intereses. Me resultó muy curioso cómo cada uno vuelca en el dibujo o la pintura su personalidad.

Este dibujo es de mi mano; mi primer autorretrato.

Ante el dibujo de mismo motivo, algunos hacen pocos trazos pero con decisión y firmes, otros dibujan finas líneas auxiliares sobre las que van montando el dibujo, otras se paran a afinar los detalles de los objetos, otros se esmeran en las sombras etc. Si todo esto es con un dibujo, las variaciones con la pintura son enormes.


Yo pienso que la pintura es algo muy personal, en la que prácticamente no hay normas ni reglas. Pero para alcanzar esta libertad en tu estilo personal, para llegar al punto que quieres llegar y disfrutar en el proceso, creo que es muy importante tener formación teórica y práctica sobre la pintura. 

Todos los dibujos que se muestran en este artículo los he hecho yo en esa época.



martes, 25 de marzo de 2014

Tercera obra: Mujer con niño o Cómo aprender de los errores

Ya había terminado mis dos primeras pinturas al óleo. Estaba eufórico, feliz y entusiasmado cuando me dispuse a buscar qué pintar. Me atrae mucho la figura humana, los rostros, cómo en las obras famosas se transmite las emociones y casi, me atrevería a decir, los pensamientos de las personas que aparecen.

Así que, muy valientemente me dispuse a pintar copiando de una foto que me gustó. Siempre he pensado que es la Virgen María con su Hijo Jesús, aunque no aparece ningún signo divino, por lo que podría ser una madre con su hijo.

Aquí está el resultado:

Pintura oleo mujer y niño



Me llevó varios meses pintarlo. Terminé en junio de 2003, o mejor dicho, lo di por terminado.

Las partes buenas que me gustan son el gesto de calidez y ternura de la madre y algunos de los pliegues de los tejidos.

Las partes malas no las cuento porque considero que serás capaz de detectarlas por tu cuenta, pero sí te digo los errores que cometí y lo que aprendí.

Error nº 1: La pintura modelo estaba pintada con pastel. Aprendí que para pintar en óleo tenía que tomar como modelo pinturas al óleo y no las que están hechas con otras técnicas. Me di cuenta de esto cuando ya era demasiado tarde, porque me costaba mucho trabajo conseguir los colores y textura de la muestra.

Error nº 2: Pintar un rostro mirándote de frente. Es sumamente complicado dar el volumen, captar la expresión de la mirada, que ambos lados de la cara sean más o menos simétricos. Si te fijas, en rara ocasión se pintan los retratos con la cara justo enfrente mirando hacia ti. Si ves alguno de este tipo y te gusta, ten en cuenta que tiene mucho mérito.

Mi mujer dice que el niño da miedo y que parece que tiene la cara de una persona mayor. Tal vez tenga razón, pero ya me cansé de pintar capas y capas de caras y este es el mejor resultado que pude obtener. Llegué incluso a borrar toda la cara (pintándola de azul) y a comenzar de nuevo. No sé si la oreja está un poco desplazada.


Esto me hizo recapacitar sobre mi futuro en la pintura, que ya te contaré otro día.

jueves, 20 de marzo de 2014

Firmar o no firmar, esta es la cuestión

Hace unos doce años se me planteó este problema cuando terminé mis primeras pinturas al óleo. Realmente mi primera duda era cómo firmar, ya que daba por hecho que la firma tenía que estar.

Me dispuse a diseñar mi firma artística, que se supiera que fuera mía, pero algo más resumido que poner el nombre y los apellidos y que fuera bonita. Esto no es tarea fácil y ningún resultado era del todo satisfactorio. Conseguí algo que podía valer, así que el siguiente paso era ponerlo en el lienzo.

 Esto tampoco resultó nada fácil. Con un pincel no se escribe como con un bolígrafo. Para que el trazo fuera fino intenté con un pincel pequeño, pero estos pinceles almacenan poca cantidad de pintura y apenas me daba para escribir una letra. Si usaba pinceles más gruesos, tenía que hacer las letras más grandes y entonces la firma era demasiado llamativa.

Además, los pinceles son para pintar haciendo un trazo en una dirección. Si quieres hacer una “e” o una “R” la propia longitud de los pelos del pincel al cambiar la dirección hacen difícil conseguir un resultado satisfactorio. Me explico un poco más, se puede hacer y hay otras cosas mucho más complejas en pintura que se resuelven bien, pero para un pintor novato, esto se puede convertir en un gran problema.

Una vez tengo mi firma artística y la pongo en el lienzo, me debato sobre si el color empleado es el más adecuado; si es demasiado claro o demasiado oscuro.

Resuelto todo esto, me percato que cuando enseño mi obra, a la gente normalmente se le va los ojos a la firma. Es como un pozo negro que llama la atención. Yo no quiero eso, quiero que la visual de espectador recorra toda la pintura y que sus ojos no vayan a reposar en la mosca – firma que está en un rincón.

Visto todo lo anterior, me replanteé todo desde el principio y pensé para qué quiero poner mi firma, si ya sé que lo he pintado yo. Si me dedicara a vender las pinturas, sí las firmaría porque pienso que el que lo compra lo hace en parte como inversión y espera que te hagas famoso y así les haces rico por poseer algo con tu firma, lo cual es perfectamente comprensible (y deseable). Pero este no es mi caso.

Ahora nunca firmo mis obras. Cuando las termino, escribo por las parte de atrás del lienzo con rotulador mi nombre y fecha. Creo que si alguna vez me dedicase a vender pinturas, pondría mi firma para satisfacer al comprador, pero mimetizada para que no se notara mucho.

Las imágenes de este artículo las puedes ver aquí

miércoles, 19 de marzo de 2014

Mi segunda obra: Un bodegón

Finalizada mi primera experiencia con la pintura al óleo, me dispuse a iniciar un nuevo reto. Pensé algo que creía facilito: un bodegón. Busqué una foto de uno en el que aparecieran motivos variados y, ala, a pintar.

Esta vez no tenía instrucciones como la primera vez. En esa época, noviembre 2002, tampoco había tanta información disponible en internet, tutoriales, vídeos etc., como existe actualmente, así que recurrí a la inventiva y a la prueba-error-corrección. Es divertido hacer experimentos.

Una rotura fibrilar del gemelo izquierdo provocado por intentar correr más de lo que físicamente podía, hizo que, por prescripción médica, no pudiera andar en dos semanas. Esto me permitió disponer del tiempo y la tranquilidad necesaria para dedicarme a mi pintura.

Aquí está el resultado:
Primer bodegón

No está mal, ¿no?, que era mi segunda pintura. Me sorprendió el volumen y brillo del jarrón. Descubrí la dificultad de dar profundidad cuando todos los elementos están cercanos. También es complicado hacer ver que los objetos están reposando sobre una mesa o superficie y que no parezcan que están flotando en el espacio. Para ello es muy importante las sombras proyectadas, tanto sobre sí mismo como sobre otros objetos y las superficies horizontales y verticales. Cuando veo obras de pintores famosos, me doy cuenta del arte y la habilidad del pintor, pero no he llegado a comprender lo difícil que es hacer que los objetos reposen sobre una superficie hasta que he intentado hacerlo yo.

La cosa que está en medio nunca he sabido si era un pan o una calabaza. En la foto original no se veía bien, así que me limité a pintar lo mismo, aunque reconozco que es muy importante saber lo que se está pintando para que el resultado sea bueno.

viernes, 14 de marzo de 2014

Un poco de terminología: Cuadro, Obra o Pintura

Si alguna vez has pintado algo, al enseñárselo a tus amigos y familia ¿qué les has dicho? Este este es mi ... ¿cuadro? ¿pintura? ¿obra?

¿Cómo llamamos al producto de nuestra dedicación e ilusiones?

Yo entiendo por Cuadro aquello que se cuelga de la pared con fines decorativos y que normalmente incluye un marco. Son cuadros las fotos de familiares, posters y lo que compramos en la tienda de decoración que nos gusta porque es bonito. Creo que llamar cuadro al producto de nuestro trabajo es un poco despectivo, como rebajarlo un escalón.

Una Obra es aquello que tiene una intención artística, una chispa, algo que transmite sentimiento. Me gusta más este término porque independientemente del resultado y de los gustos personales, hemos puesto un entusiasmo que se merece este nombre. Bien es cierto que puede quedar un poco pomposo decir: esta es mi última Obra. A algún amigo se le puede escapar una leve sonrisa.

Para evitar esto, y según las circunstancias y el lugar, en ocasiones opto por utilizar un término más neutro y es "Pintura". Nadie puede negar que es una Pintura porque está pintado, valga la redundancia.

En este Blog yo utilizaré el término "Obra" porque es el que más me gusta, sin que ello presuponga que me refiero a "Obras de arte". También utilizaré Pintura para no repetir mucho Obra, Obra, Obra.

Primera pintura: Pinta y Colorea

Ésta es mi primera pintura al óleo. Mi mujer es la que le ha puesto el título “Pinta y Colorea” con intención irónica. Ya me he acostumbrado a este título y pienso que le pega.

Paisaje Pinta y Colorea



 Era junio de 2002. Compré un Kit en el que incluía el lienzo, las pinturas, los pinceles y las instrucciones. Los pinceles eran bastantes malos, lo cual unido a mi impericia, hacía que el resultado fuera igualmente malo. El resto de los materiales estaba bien, así que me compré un par de pinceles buenos y practiqué la mezcla de colores innovando, inventado, probando. Disfruté mucho, en parte porque no me interesaba demasiado hacer una pintura exactamente igual a la muestra. También pasé malos ratos cuando era incapaz de hacer lo que quería. Recuerdo especialmente problemático pintar las flores del primer plano. Es muy difícil pintar blanco sobre blanco y que se noten los límites de las diferentes formas. Descubrí que los blancos no son del todo blanco. Si te fijas bien, hay matices, texturas, sombras, colores reflejados de los objetos que lo rodean. Todo esto conforman diferencias en objetos que aparentemente piensas que son iguales.

Ya sé que no es ninguna maravilla, pero es lo primero que pinté y no es nada fácil. Al menos se ve la profundidad del paisaje y los claros y oscuros tienen su chispa.

La experiencia me gustó. Pensé que esto es para mí, así que planeé mi siguiente paso.