miércoles, 19 de marzo de 2014

Mi segunda obra: Un bodegón

Finalizada mi primera experiencia con la pintura al óleo, me dispuse a iniciar un nuevo reto. Pensé algo que creía facilito: un bodegón. Busqué una foto de uno en el que aparecieran motivos variados y, ala, a pintar.

Esta vez no tenía instrucciones como la primera vez. En esa época, noviembre 2002, tampoco había tanta información disponible en internet, tutoriales, vídeos etc., como existe actualmente, así que recurrí a la inventiva y a la prueba-error-corrección. Es divertido hacer experimentos.

Una rotura fibrilar del gemelo izquierdo provocado por intentar correr más de lo que físicamente podía, hizo que, por prescripción médica, no pudiera andar en dos semanas. Esto me permitió disponer del tiempo y la tranquilidad necesaria para dedicarme a mi pintura.

Aquí está el resultado:
Primer bodegón

No está mal, ¿no?, que era mi segunda pintura. Me sorprendió el volumen y brillo del jarrón. Descubrí la dificultad de dar profundidad cuando todos los elementos están cercanos. También es complicado hacer ver que los objetos están reposando sobre una mesa o superficie y que no parezcan que están flotando en el espacio. Para ello es muy importante las sombras proyectadas, tanto sobre sí mismo como sobre otros objetos y las superficies horizontales y verticales. Cuando veo obras de pintores famosos, me doy cuenta del arte y la habilidad del pintor, pero no he llegado a comprender lo difícil que es hacer que los objetos reposen sobre una superficie hasta que he intentado hacerlo yo.

La cosa que está en medio nunca he sabido si era un pan o una calabaza. En la foto original no se veía bien, así que me limité a pintar lo mismo, aunque reconozco que es muy importante saber lo que se está pintando para que el resultado sea bueno.

2 comentarios:

  1. Entrada muy interesante. Me siento totalmente identificado con lo que dices respecto a los bodegones. Para ser tu primer bodegón está bastante logrado

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