Esta pintura la terminé en octubre de 2007. Ya llevaba 5 años en esto de la pintura, o mejor dicho, desde que se me dio por pintar mi primer cuadro de óleo. Pensé pintar algo nuevo para mí, que fuera de estilo diferente a mis pinturas anteriores, como por ejemplo, un paisaje de nieve. Tomé como modelo uno pintado por Monet. Aquí está el resultado:
Aunque a mí me gustan más las pinturas con mucha variedad de colores, reconozco que las pinturas monocromáticas tienen su encanto. En ésta en concreto, con poca variedad de azules, blancos y grises se llena el lienzo de cosas muy variadas (nubes, suelo, árboles, edificio), y se da perspectiva y volumen.
La nieve, que por naturaleza es blanca, en la pintura tiene variedad de colores porque depende de los colores de las cosas que le rodean y de la cantidad de luz que le llega. Esto ocurre con todos los objetos, es decir, aunque pintara una mesa de madera, su color puede variar según los objetos que le rodean, de los reflejos y de la luz que le dé. En un material reflectante como es la nieve, este efecto está acentuado.
El detalle de la urraca azul es muy simpático. Es interesante su situación un poco a la izquierda del punto del horizonte, que es a donde se nos va la vista cuando observamos la obra guiados por la dirección de la valla, los árboles y la casa.
Es divertido e instructivo hacer pruebas con la pintura y fijarse cómo los grandes artistas, como en este caso Monet, han traducido al lienzo lo que vemos.
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