viernes, 18 de abril de 2014

Tejados de pueblo o como aprender practicando

Un día el profesor dijo que practicásemos pintando de una foto (el profesor de las clases-taller que asistía como ya comenté en otro artículo). Yo elegí una foto tomada en un pueblo de la sierra de Huelva.

Pintura al oleo de tejados de pueblo.


Pintar desde una foto es diferente que pintar tomando como modelo una obra de un pintor famoso. En este último caso ya están resueltos muchos temas. Si se parte de una foto, la interpretación de cómo traducirlo a pintura la tiene que hacer uno mismo, a no ser que el estilo sea realista.

Arriba está el resultado. La terminé en junio de 2005. Un compañero de la clase me preguntó si el árbol era un laurel. No sé porqué tendría que ser un laurel si es claramente un naranjo, ¿no?

Ciertamente no es uno de mis trabajos del que estoy más orgulloso, por decirlo fino. Pero para aprender y practicar está muy bien.

Descubrí varias cosas. A la hora de elegir un motivo es mejor que tenga gran variedad de colores. Tantas tejas en el primer plano no dicen gran cosa, teniendo además un color tierra nada atractivo. Para practicar la mezcla de colores me vino bien; ahora le pongo un poco de amarillo a ver qué pasa, ahora un poco de laca carmín, ahora azul. La verdad es que es divertido hacer pruebas. 

El campo del fondo tan verde tampoco aporta gran cosa. Tal vez lo más interesante es cómo dar volumen a las montañas y hacer ver qué zonas tienen árboles y cuales sólo hierba.

Bueno, tal vez lo importante no sea a dónde se llega sino a andar el camino y lo que se aprende mientras tanto.

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