viernes, 23 de mayo de 2014

Pintura de paisaje con río y bosque

La obra que aquí presento ahora es un paisaje real al que hice una foto. Tenía interés en practicar algo nuevo para mí, como era el pintar agua en el que se reflejara algo, o sea, que no fuera como el mar.

La terminé en enero de 2007.


Pintura al oleo de paisaje con rio y bosque

Esta pintura me costó mucho trabajo. Recuerdo que es una de las obras que me costó más trabajo, ya que no me convencía el resultado y cambiaba cosas y hacía pruebas y nada, para nada.

El profesor de pintura, que para eso es profesor porque sabe mucho, me dijo que oscureciera el fondo del río en la zona de las sombras. Esto hizo que el resto del río luciera brillantemente y que la composición ganara en variedad cromática. Ahora sí que dice algo.

Me gustan los colores, así que a pintar flores de colores encima del verde. Con alegría y a disfrutar.

En la parte derecha quise pintar una roca con una forma singular que está en el jardín de mi casa. No hubo manera. Después de muchos intentos y correcciones, la roca fue borrada. No acababa de encajar. No, para nada.

Esto es una cosa buena que tiene la pintura, que te da libertad para poner y quitar, cambiar las formas y los colores, hacer lo que quieras. Lo importante es que cuando lo tengas terminado pienses "qué bien me ha quedado y qué bien me lo he pasado pintándolo"

viernes, 9 de mayo de 2014

Pintura en acrílico de paisaje con árbol de la sierra de Huelva

Siguiendo con el orden cronológico de mis pinturas, ahora me toca presentar esta:

Pintura acrilico arbol de la sierra de Huelva

La terminé en marzo de 2006.

Una de las fotos que tomé paseando por el campo me pareció interesante para interpretarla en el lienzo. Digo interpretarla porque cambié los colores y las formas.

Tenemos tres planos: el de frente, el del medio y el fondo (además del cielo que preferí ponerlo de un solo color liso para no recargar más la composición).

En el primer plano hay rocas, tierras, rojas, azules, moradas... Un poco de reflejo del sol en la hierba lo une con el segundo plano, exageradamente amarillo en algunos puntos.

El fondo se cae el lado. Esto le da movimiento. Lúgubre fondo del bosque con misterios escondidos. Más rojos, ocres, árbol con forma de mujer. Me gustan las pinturas con variedad cromática.

En el centro un poco desplazado, el protagonista, el árbol seco que destaca por su posición y por ser el único que no tiene hojas. Son encinas, o sea, de hojas perennes. En la realidad sí tenía hojas. Al pintarlo, primero pinté el tronco y las ramas principales. Al ver el resultado me gustó y pensé que pintar las hojas no lo iba a mejorar y es posible que lo empeorase, así que lo dejé como está. Le da dramatismo.

Es curioso como el proceso de elaboración de la pintura te va llevando por unos caminos que desconoces al empezar y cómo la inspiración, la intuición y diferentes sensaciones te van guiando.